Al visitar Sears Tower disfrutarás de Chicago “a tus pies”
La Torre Sears, conocida actualmente como la Torre Willis, es el rascacielos más alto de Chicago y durante dos décadas fue el más alto de todo el mundo. Sus 442 metros de altura, sin incluir las antenas, se convirtió en la tercera torre más alta de América, superada solo por la Torre CN y el famoso One World Trade Center en Nueva York.
Esta edificación que inauguraron en 1973 y costó 150 millones de dólares supera por 27 metros al muy conocido rascacielos Trump International Hotel and Tower, que está también en Chicago.
Desde marzo de 2009 pasó a ser la Torre Willis, porque fue adquirida por Willis Group Holdings, quienes llegaron a un acuerdo de contrato de arrendamiento por una parte del edificio y los derechos del nombre. Dichos derechos de nombre de Sears estaban vencidos desde 2003.
Tienes diferentes opciones para llegar al edificio, si te vas en el tren puedes utilizar las líneas marrón, púrpura, rosa, o naranja hasta la estación de Quincy. La entrada al edificio es por el Jackson Boulevard.
En autobús también puedes llegar y es muy sencillo porque todos los buses en el oeste de Adams pasan cerca del rascacielo, te bajas en Adams y South Wacker y solo te resta caminar hasta Willis. Lo más ideal es que subas en la mañana así disfrutas del atardecer y como cae la noche en la ciudad.
Y lo más importante es que adquieras las entradas para la atracción principal del edificio, el mirador de cristal, con antelación. Generalmente se hacen colas de hasta una hora para comprarlas.
Conoce su historia
Sears era la empresa minorista más grande que existía en el mundo para 1969 y contaba con al menos 350 mil trabajadores. Debido a esta cantidad de empleados, los ejecutivos decidieron que sería una buena idea juntar a todos los trabajadores en oficinas que estuvieran distribuidas en un edificio de la zona oeste del Chicago Loop, exactamente en la 233 South Wacker Drive.
Durante la construcción utilizaron métodos poco conocidos. Al edificio lo componen nueve módulos que forman toda una planta cuadrada, además se inclina 15 centímetros y puede llegar a oscilar hasta 90 centímetros si hay fuertes vientos.
Su exterior es de aluminio anodizado, negro, con cristales bronces. Actualmente, cuenta con zonas comerciales y espacios de oficinas. Solo tres años tardaron en construir este increíble edificio que, incluso era uno de los objetivos del 11 de septiembre de 2001, según reseñaron expertos de la tragedia de las torres gemelas en esa época.
Es un edificio tan famoso que incluso ha aparecido en diferentes películas y programas de televisión, como en “Yo, Robot”, ambientada en 2035.
Observa a Chicago bajo tus pies
Una de las principales atracciones al visitar la Torre Willis es el Skydeck, en el piso 103. Este lugar de mucho interés les ofrece a las turistas, vistas de la Ciudad de los Vientos de 360 grados. Por eso al decidir viajar a Chicago es necesario agendar una visita a este famoso rascacielo y a esta impresionante atracción donde el piso 103 tiene paredes de cristal.
Y desde 2009 incorporaron la atracción The Ledge que permite a los visitantes pararse sobre una plataforma de cristal y observar la ciudad sin ningún tipo de obstáculos debajo de sus pies. En un día totalmente despejado podrás apreciar todo lo que hay en un radio de 80 kilómetros, lo que incluye una vista que abarca los estados de Michigan, Indiana, Illinois y Wisconsin.
No apto para miedosos
Algo característico de este mirador es que cuando subes sientes como la estructura se balancea, lo que te da a entender porque Chicago es conocida como la Ciudad del viento, es algo que puede causar pánico a las personas que le temen a las alturas. Así que, si no eres valiente, no intentes llegar al 103.
Y si está lo suficiente despejado y llegas a un tiempo prudente donde las nubes no interfieran en la vista, incluso alcanzarás a ver el lago de Michigan. No puedes olvidar la cámara cuando vayas a este lugar, te aseguramos unas tomas fantásticas.
Disfruta de las cornisas de cristal
Lo ideal es recorrer todos los ventanales ubicados en los diferentes puntos cardinales, cada uno te dejará más asombrado que el otro y verás paisajes increíbles y muy diferentes. Los balcones de cristal que te dan acceso a tener la ciudad debajo de los pies son muy solicitados, debes tener paciencia y hacer tu fila.
Recuerda que la experiencia valdrá la pena, hay tres cornisas de cristal diferentes y recomendamos probar las tres para que te vayas con la experiencia completa y grabes en tu mente toda la ciudad desde diferentes perspectivas. Debes ser rápido con las fotografías, prepara tu cámara antes de ingresar, ponte de espalda, acuéstate en el cristal observa a tu alrededor y disfruta esos segundos.
Incluso puedes dar un pequeño salto si eres lo suficientemente valiente porque las cornisas de cristal son capaces de soportar hasta cinco toneladas. Tus amigos quedarán asombrados con las fotografías.