Enamórate de Leahi en Diamond Head en Honolulu
Cuando miras a todo largo del horizonte de Honolulu, justo detrás de Waikiki, podrás apreciar la silueta del Diamond Head State Monument, o conocido en español como el Monumento estatal Cabeza de Diamante, en Honolulu, Hawai.
Conocido en hawaiano como Leahi, que significa ceja de atún, es una toba volcánica en la isla hawaina de Oahu que se creó hace más de 300 millones de años luego de una breve erupción que tuvo el volcán Ko’olau, que junto al volcán Wai’anae son los creadores de la isla, donde está la ciudad de Honalulu.
Un poco de historia en Diamond Head
Existen historias donde se dice que el cráter alguna vez estuvo cubierto por un bosque que, albergaba especies únicas de Hawaii, incluso que las lluvias formaban una laguna en el invierno, dentro del cráter y las aves marinas llegaban a ella en el siglo XX.
En el siglo XIX es cuando le dan el nombre de Diamond Head y fueron los británicos ya que, creían haber descubierto diamantes en el cráter, cuando en realidad eran cristales brillantes de calcita, sin valor.
Luego fue usado como punto de observar militar, el 1904 el gobierno federal compró el cráter y construyó una base militar. Con las décadas se fue ampliando a través de túneles y escaleras. Toda una proesa de la ingeniería en ese entonces. Sin embargo, el gasto resultó ser en vano porque nunca fueron blanco de una guerra.
Toda la historia militar terminó en 1968, cuando fue nombrada Monumento Natural Nacional y pasó a ser el destino favorito de muchos turistas por las vistas panorámicas que hay de Waikiki y toda la costa sur de Oahu.
¿Qué hacer en Diamond Head?
En el mundo son pocos los lugares que te dan la oportunidad de caminar hasta el borde de un volcán, por eso Leahi es tan llamativo para los viajeros. El sendero que recorren los turistas en Diamond Head te lleva a una de las instalaciones de la Guardia Costera, de EE. UU, cuando era base militar, desde allí aprecias la belleza de la isla, el océano pacífico e incluso si es un día soleado podrías visitar la isla de Molokai, que está muy cerca.
El sendero existe, porque lo construyeron para el sistema de defensa de artillería del ejército americano y se escala la pendiente interior de Leahi. Tendrás una baranda de un lado del sendero y del otro a la imponente montaña. Te sorprenderá saber que es un camino de tierra, para que en su momento las mulas tuvieran un acceso fácil, que eran las que llevaban los materiales de la construcción.
Podrás descansar en el puesto de observación, para luego seguir por las escaleras y los túnelos no aptos para claustrofóbicos. Después de todo este trayecto encontrarás otro mirador y conocerás un búnker de la segunda Guerra Mundial, das 54 pasos más y estás al borde del cráter. ¡Un espectáculo!
Al borde, tendrás baños públicos, exhibiciones que cuenta la historia de Diamond Head y hasta un área de picnic. Tardarás dos horas en recorrer todo el sendero, mientras lo disfrutas, lo respiras, lo sientes y lo vives. Es una caminata segura, aunque difícil, pero que sin duda vale la pena hacer por las vistas majestuosas que disfrutarás, la batería del teléfono celular se agotará al querer grabar y fotografiar todo lo que te encuentres en el camino.
Si optas por viajar con una agencia de viajes, de seguro te ofrecerás paquetes, para andar en bicicleta, hacer senderismo, recorridos grupales e incluso ver el atardecer mientras recorres el sendero en scooters.
¿Cómo llegar a Leahi?
Desde Waikiki, en auto particular o en transporte público, solo te llevará unos minutos. El sendero tiene una dificultad moderada porque incluye un par de escaleras de 175 escalones, al igual que túneles subterráneos oscuros y los búnkeres militares. Por eso no puedes dejar la linterna en casa y un juego de pilas extras.
Si decides emprender tu excursión lo días sábados, debes hacer una pausa en el Kapiolani Community College Farmer’s Market, es el mercado de agricultores de la isla. Te deleitaras con comidad y productos frescos, todos producidos y cosechados en la isla. Además, está frente al monumento Monserrat Avenue. Y si eres más de los que les gusta el café o algo más sofisticado también los encontrarás en la zona.
Generalmente está abierto los 365 días del año, de 6 de la mañana a 6 de la tarde, hasta en los días feriados. Encontrarás un área de estacionamiento y si buscas la mejor hora, ve en la tarde cuando hay menos aglomeramiento de vehículos. La última entrada a la excursión es a las 4.30 de la tarde.